Hay hoteles que valen su peso en historia, y en De Salas nos gusta pensar que somos expertos en encontrar lugares que destilan encanto, igual que nuestras casas. Y como queremos que nuestros clientes y amigos se sientan igual de cómodos siempre que viajen o quieran vivir experiencias, hemos descubierto dos maravillosos alojamientos que cumplen todos nuestros requisitos.
Para el primero nos vamos a quedar en Madrid, concretamente en la Plaza Mayor, sin ir más lejos. Ha cumplido 400 años y mantiene el encanto intacto, por eso, alojarse en sus inmediaciones es un lujo, que ahora es posible de la mano del hotel Pestana Plaza Mayor.
Situado en dos edificios históricos como son la Casa de la Carnicería y una antigua estación de bomberos, pertenece a Pestana Hotel Group, los mismos que llevan el hotel de Cristiano Ronaldo en plena Gran Vía, también de Madrid.
Los 6.500 metros cuadrados llevaban abandonados varios años y sin uso, que hoy se han convertido en un maravilloso hotel de 89 habitaciones con piscina al aire libre, spa, restaurante o café. Pero en todo momento se ha buscado respetar al máximo el valor tanto arquitectónico como de la historia que representan.
Recuperación de carpinterías exteriores, fachadas, azulejería, paños de ladrillo visto de los muros originales, lámparas isabelinas y hasta las bóvedas del spa y el gimnasio, todo se ha recuperado con mimo para que no pierda la esencia de lo que una vez fue, y sigue siendo.
El segundo es un auténtico viaje en el tiempo y la historia, y nos traslada al Londres de 1730, concretamente a Monkey Island, una de las islas fluviales que salpican el curso del río Támesis y que pertenece al condado de Berkshire. Allí justo la cadena hotelera YTL ha reformado la casa que adquirió en su momento Charles Spencer, tercer duque de Marlborough.
El Monkey Island Inn es singular en su concepción, como una casa blanquísima en medio del bosque que cubre toda la isla, y que esconde en su interior una cuidada inspiración británica tanto en mobiliario como en concepto de alojamientos que busca que el huésped se sienta como en casa.
El nombre proviene de las pinturas de una de las salas del pabellón principal, la famosa Monkey Room, cuyo techo está cubierto de monos realizados por el artista francés Andie de Clermont a principios del siglo XVIII.
Hoy, este alojamiento consta de 27 habitaciones y tres suites de lujo, todas ellas decoradas con muebles que combinan un glamour atemporal con las características tradicionales de un estilo campestre moderno y relajado, creando una mezcla única de pasado y presente.
Historia y hoteles se dan la mano en estos maravillosos alojamientos, que harán las delicias de los clientes más exigentes y responderán con creces a la mentes inquietas de los que buscan un paso más allá a la hora de elegir un destino.
Gala Mora
DESALAS LifeStyle