Hay flores bonitas, flores curiosas, flores de temporada y luego estás las flores caras. De esas que si fuésemos románticos, cada San Valentín sería una ruina, porque cada flor cuesta más que la entrada de una casa. Y las hemos descubierto casi de casualidad, porque hace unos meses se vendió la flor de interior más cara del mundo y al preguntarnos qué regalos navideños podríamos sugerir a nuestros clientes y amigos, en De Salas hemos pensado, ¿y qué tal una flor? Pero no una cualquiera, una especial. De las que cuestan tanto como la entrada de una casa. Y así es como hemos descubierto las cinco flores más caras del mundo.
La orquídea Oro de Kinabalu es una de esas rarezas que la naturaleza tiene a bien regalarnos y que es tan exclusiva que se encuentra en peligro de extinción. Su presencia está limitada a una zona muy específica y protegida, concretamente en el Parque Nacional Kinabalu, en Malasia. Florece entre abril y mayo y la orquídea puede llegar a tardar hasta 15 años en crecer. El precio de esta flor es de una media de 4500 euros.
La Flor de Kadupul, también conocida como la “reina de la noche”, directamente no tiene precio porque su valor es incalculable y nunca ha sido puesta a la venta. La razón de que estas flores sean tan cara es por su fragilidad pero, sobre todo, por su escaso tiempo de esplendor, pues solo dura unas horas. Florece durante la media noche, en épocas muy concretas, y muere al amanecer. Dicen quienes han podido verla, que su perfume es de lo más relajante. Una historia preciosa. Ah y es originaria de Sri Lanka, aunque también crece en algunas zonas de Centroamérica. Ahora entendemos su valor.
Flor Shenzhen Nongke. Ojo porque estas flores han sido creada por el ser humano. Sí, de ahí su valor, que alcanzó los 200 mil euros el primer ejemplar que se vendió, allá por el año 2005. Pertenece a la familia de las orquídeas, tarda cuatro años en florecer y sus “padres” fueron el grupo de científicos Shenzhen Nongke, que emplearon casi ocho años en trabajar hasta crearla. Tiene unos colores muy bonitos y un aroma muy sutil.
Juliet Rose. “Lo que llamamos rosa exhalaría el mismo grato perfume con cualquier otro nombre”, dijo Julieta a Romeo en la conocida obra de Shakespeare. Y con esa frase, el horticultor David Austin se puso manos a la obra y le puso ese nombre a su creación, la rosa más perfecta del mundo, que le llevó 15 años crearla y está valorada en unos doce millones de euros. Tiene un extraño color pálido, formas redondeadas y casi 100 pétalos. Es perfecta, una delicia, que además posee un aroma de lo más fresco. La flor entre las flores.
La Flor del Azafrán Crocus sativus. Pues sí. Aunque pueda parecer extraño porque la utilizamos en algunas de nuestras recetas, el azafrán es otra de las flores más valiosas del mundo. La fragilidad de sus estambres y su apreciado interés culinario hacen que sea considerada como la especia más cara del mundo, entre otras muchas cosas, por su aroma. El precio tan alto que tiene, entre mil y cuatro mil euros, se justifica porque se necesitan alrededor de 70.000 flores para extraer unos 200 gramos de este condimento. Se calcula que cada kilo puede llegar a costar hasta ocho mil euros. Por eso muchos lo llaman el “oro rojo”. A cuidarlo mucho en nuestra siguiente receta.
Las flores son un regalo, de la naturaleza para nosotros y de nosotros hacia quien apreciamos. Y qué mejor que las fiestas para demostrarlo. Y qué mejor que demostrarlo a todo lujo, como nos gusta sugerir a nuestros clientes y amigos de De Salas.
Gala Mora
DESALAS Lifestyle