En De Salas admiramos la arquitectura en todas sus vertientes, y en ocasiones anteriores descubrimos que la que se funde con el agua, resulta más evocadora e interesante si cabe. Hace un año hablábamos de la exposición Barcos, arquitectura en el mar que tuvo lugar en el Museo Marítimo de Barcelona, y hoy, volvemos a hacernos eco de otra, que vuelve a tener estos dos conceptos unidos.


Estamos hablando de la muestra Arquitecturas en la orilla, que llega de la mano de la Fundación Mies van der Rohe de Barcelona al mismo museo, y que rinde homenaje a las ciudades que han reconducido su trazado urbanístico con el agua como telón de fondo, aunque no siempre a orillas literales.


“Se trata de espacios que han ido pasando por importantes procesos de regeneración urbana, derivados de la reubicación de actividades tradicionales como las portuarias o industriales, rediseñando, en muchos casos, tanto la forma como las funciones de la ciudad junto al agua”, aseguran desde la Fundación.


Hasta el 12 de enero, podrá visitarse el museo y contemplar las 68 obras seleccionadas, algunas de ellas galardonadas con el prestigioso Premio de Arquitectura Contemporánea de la Unión Europea – Premio Mies van der Rohe (EU Mies Award), y encontramos ciudades como París, Lisboa, San Sebastián, Copenhague o Rotterdam.


Y a tenor de esta exposición, hemos descubierto el primer hotel flotante de España. Se llama Punta de mar, está en Denia y es una maravilla de la arquitectura sostenible, que ha corrido a cargo del estudio Mano de Santo, y que se suma a la cada vez más tendencia de viviendas sobre el agua.


El hotel es un pabellón pensado para dos huéspedes y se divide en dos plantas creadas por módulos. En la primera está el camarote con baño y terraza privada, y en la superior encontramos una cubierta pensada para disfrutar del mar. Presenta una suite de 74 metros cuadrados y por supuesto vistas 360 grados.


Pero como decíamos, no se trata de una construcción aislada, cada vez son más los estudios de arquitectura y diseño que apuestan por este tipo de viviendas, como Floatwing, una casa prefabricada que cuenta con un motor para dormir amarrado o en movimiento, a una velocidad máxima de 6 kilómetros hora, y presenta un diseño modular que permite escoger tamaño y distribución de la planta de forma personalizada.

Pero si por la razón que fuera, una casa o un hotel no nos pareciera suficiente, siempre podemos construir nuestra propia isla. Amillarah Private Islands está desarrollando este tipo de construcciones, artificiales por supuesto, pero idílicas, de la mano del prestigioso arquitecto holandés Koen Olthuis de Waterstudio. Se trata de islas portables que se pueden enviar y situar en el destino que el comprador escoja.


Nos movemos con los tiempos, y si en De Salas tenemos que especializarnos también en el mundo acuático, lo haremos encantados, no hay que nada que no busquemos para el confort y la tranquilidad de nuestros clientes y amigos.
Gala Mora
DESALAS Lifestyle