Royal Ascot es más que una competición hípica, es la cita anual británica más elegante del mundo, que ocupa centenares de páginas de papel couché y donde los tocados y los trajes de las señoras son casi más importantes que las propias carreras. Del 19 al 23 de junio, espectadores de 175 países, 30 carreras en vivo, y sobre todo, la presencia de la familia real con la Reina Madre a la cabeza, convierten este espectáculo en un evento señalado y destacado en los calendarios de las grandes fortunas.
Desde hace más de 200 años, a las 2:00 PM hace su entrada la procesión real de cuatro vagones, provenientes del Gran Parque de Windsor y siguiendo su camino a lo largo de la casa club justo frente a la tribuna, antes de llegar a la zona que se conoce como Anillo del Desfile. Este año además la organización está especialmente emocionada ya que se ha casado el príncipe Harry y la boda despertó mucho revuelo en el país. Durante la semana que dura la competición, Su Majestad la Reina presentará trofeos para dos carreras, la Copa de Oro del jueves y las del Diamante del Jubileo el sábado. Y es que la propia monarca posee su propio caballo de carreras y siempre resulta emocionante cuando el suyo está en carrera.
Fiel a las tradiciones, Royal Ascot presenta pocas novedades, pero esta edición los asistentes podrán disfrutar, por segundo año consecutivo, de la experiencia de The Village Enclosure en el interior del hipódromo, el primer recinto nuevo en 100 años y que brinda un ambiente cálido y animado, además de varios restaurantes nuevos regentados por estrellas Michelín. Pero aunque el telón de fondo son las carreras (ninguna se disputa por menos de 90.000 £), es sin duda el código de vestimenta lo que más llama la atención. Porque aunque tratan de modernizarse, hay estándares que no van a perderse, o dejaría de ser la Royal Ascot y por tanto, una pasarela de la elegancia británica.
Así, por ejemplo, las mujeres que visiten el área real, debe utilizar faldas que lleguen por debajo de la rodilla o más bajas, con un sombrero o alguna pieza en la cabeza de al menos 10 cm. o más de diámetro. Los hombres a su vez debe vestir chaqué negro o gris, que incluye chaleco y corbata, además de un sombrero alto con zapatos negros. Pero si solo van a visitarse las zonas donde no se encuentra la familia real, entonces ellas pueden utilizar tocados más pequeños aunque sin llevar los hombros descubiertos, y a ellos les está permitido un simple traje con corbata. Como detalle curioso, destacar que una de las tradiciones manda sacar las mesas plegables, los clásicos manteles cuadrados y la vajilla de plástico cuando toca piscolabis, y hacerlo en la zona de aparcamiento. Un camping en toda regla pero vestido de gala. Eso sí, los cánones mandan encargar la comida a un catering de lujo con camareros que sirvan los platos. ¡Esto es Royal Ascot!
Alojarse también es una experiencia, porque la mayoría de los hoteles situados en las cercanías, son muy lujosos y sobre todo, muy británicos. Uno de nuestros favoritos es el Coworth Park, en medio de la campiña y con todo tipo de instalaciones, incluido spa y habitaciones exclusivas, desde 723 euros la noche.
El Macdonald Berystede Hotel & Spa es otro de los clásicos de la zona, con precios más asequibles que parten de los 176 euros por disfrutar de uno de los alojamientos con más solera en Ascot.
Y por último el The Oakley Court Hotel, una delicia británica con sabor inglés que hará las delicias de familias enteras dispuestas a disfrutar del entorno y las carreras en un ambiente absolutamente idílico, por 392 euros la noche.
En De Salas estamos preparando la maleta porque Royal Ascot es sin duda una de las citas obligadas de nuestros clientes y amigos, ¡esperamos vernos!
Gala Mora
DESALAS Lifestyle