El arte online se ha convertido casi en la única forma de continuar con el negocio de las subastas y las galerías, en estos tiempos de pandemia. Y aunque las ventas digitales siguen siendo un porcentaje mínimo de los 62 billones de dólares que movió el mercado el año pasado, lo cierto es que las plataformas digitales se han convertido en una herramienta básica para sobrevivir.
En De Salas hemos querido saber cómo está el sector en estos momentos, y hemos hablado con dos de las casas de subastas y plataformas online de arte más importantes de nuestro país, Segre y Flecha.
Mercedes de Miguel, directora de Subastas Segre, fue muy clara cuando habló con nosotros: “nuestra valoración, a pesar de todo, es muy positiva, pues no hemos notado los momentos complicados que estamos pasando. Creemos que una parte importante de esto es precisamente el que la gente pasa más tiempo en casa y valora tenerla a su gusto, ver cosas que le agradan, y una pieza de arte o un mueble son siempre elementos que visten. Lo mismo que con las joyas, entendidas más como inversión que destinadas a uso habitual”.
Y sabe de lo que habla. Segre nació hace 19 años, como escisión de Castellana 150, y en su momento fue pionera al poner a la venta obras de artistas que todavía estaban exponiendo en galerías de arte, algo que hasta ese momento no se había hecho. “Los números nos avalan como la más importante de España, según datos del registro mercantil”.
La otra razón por la que desde Segre creen que no han notado la pandemia es su experiencia en el mundo virtual. “Llevamos años trabajando online, por lo que nuestros clientes han seguido recibiendo todo el material que era necesario para las piezas que iba a presentarse. Si bien es cierto que no es lo mismo que verlas in situ, la gente está habituada a este tipo de forma de trabajo y no se ha sentido extraño» porque fuera arte.
“Nosotros hemos llevado a cabo ya tres subastas post-pandemia, presenciales, aunque con una fuerte carga digital y telefónica. Hablamos claro está de un mercado internacional. En Segre tenemos tres catálogos, que abarcan pintura, artes decorativas y muebles y joyas. En total hacemos 7 al año de cada uno, con una duración de 3 días, es decir, 21 subastas al año”.
Flecha nació como una feria de arte que acercaba el arte contemporáneo a la gente, utilizando espacios comerciales. De hecho, Flecha significa Feria de Liberación de Espacios Comerciales hacia el Arte, y lleva celebrándose casi 30 años en el centro comercial Arturo Soria Plaza.
Por ella han pasado nombres como Ouka Leele, Eduardo Arroyo o Antonio López cuya misión era arropar a todos los artistas emergentes que utilizaban esta feria para darse a conocer. Casi 12 millones de visitantes avalan su éxito, como cuenta José Luís Aguirre, director. Conocedor del mercado, hace cinco años se convirtieron en una plataforma de arte online, “y la oficinita que teníamos tomó forma de mini galería con la que participábamos en ferias internacionales”.
“Presentamos arte accesible y asequible con un solo click. Arte contemporáneo español global y para todos. Somos como el proletariado, vendiendo obras de artistas emergentes. Nos gusta decir que democratizamos el arte, acercándolo a personas que no visitan galerías o museos. Creo de verdad que estamos haciendo un trabajo cultural muy importante”.
“Para nosotros tenía todo el sentido del mundo pasarnos a la plataforma digital, que es algo así como el centro comercial del siglo XXI, y que se ha agudizado en estos tiempos de pandemia. Así que, llevar cinco años de ventaja ha hecho que no solo nos hayamos mantenido sino que hayan subido las ventas online”.
José Luís está de acuerdo en que el hecho de pasar más tiempo en casa ha hecho que la gente valore su hogar y se quiera sentir a gusto, incluyendo mobiliario e incluso arte, que sin duda embellece un ambiente. De ahí que las ventas se hayan incrementado. Pero en su caso, como nos aclara “no tanto como forma de inversión, pues nuestras obras son de precio bajo, sino como una forma de apostar por un hogar más bonito”. De hecho, nos aclara que en lo que va de año, «hemos vendido online 152 obras y el año pasado a estas alturas 99, y en todo el año 117. Y las obras más altas han sido Plaza de España de Javier Ramos por 11.000 euros, y también Inteligencia Artificial y Azar, de Alberto Carvajal, ambas a 10.500 euros cada una».
Pero sobre todo, porque piensa que la gente le ha perdido el miedo a comprar de manera digital cualquier cosa, algo a lo que nos ha forzado el confinamiento. “Al final al no poder salir, tienes que comprar cosas que igual de otra manera no te habrías planteado, como ropa, muebles y claro está, arte”. Otra forma de democratizarlo.
Sea como fuere, la realidad es que el arte sigue funcionando, se sigue vendiendo y por tanto, se trata de un negocio por el que merece la pena apostar. Y en De Salas, amantes del arte, nos alegramos por ello.
Gala Mora
DESALAS Lifestyle