Las Torres Colón de Madrid cumplen 50 años, una edad perfecta para hacerse un lifting. Por eso, Mutua Madrileña, la propietaria del inmueble desde el año 1995, ha presentado un proyecto de la mano del arquitecto Luis Vidal, para hacer de este edificio, un nuevo emblema de la ciudad.
El edificio fue construido según el sistema de edificación suspendida diseñado por el ingeniero Javier Manterola, y el arquitecto encargado de llevarla a cabo fue Antonio Lamela. El propio Lamela participó de la reforma que ya sufrió en los años 90, cuando se le añadió la escalera central de emergencia, el famoso “enchufe” verde que corona el edificio y una nueva fachada anaranjada.
En el año 2012 volvió a pasar por otro lavado de cara, en esta ocasión para renovar los ascensores de doble cabina, las zonas comunes, las escaleras mecánicas y la caja de vidrio. Algunos de estos elementos cambiarán o desaparecerán, entre otras cosas porque “la arquitectura, igual que las ciudades, evolucionan y deben adaptarse a las nuevas normas y a las nuevos estilos de vivirla”, cuentan desde Mutua Madrileña.
Las Torres Colón del siglo XXI estarán a la vanguardia del cuidado medioambiental, se convertirá en el primer edificio de oficinas en altura de España considerado Edificio de Consumo Casi Nulo, el 100% de la energía consumida será de origen renovable y el 10% de la que consuma, será autogenerada en las propias torres.
La propuesta recoge que se mantendrá la altura y edificabilidad, pero se actuará en los elementos que definen su carácter suspendido, dándoles una visibilidad que ahora mismo no tiene. Se ampliará el espacio para los peatones, dispondrá de calificación “well” y proyectará, en fin, una imagen renovada de la madrileña Plaza de Colón.
A nivel estructural, de las Torres Colón se respetará y reforzará la estructura interna original, mejorando las condiciones de seguridad, accesibilidad y eficiencias actuales. Se reforzarán los tirantes que realmente sustentan el edificio, así como el núcleo y la cimentación de las torres. El “enchufe” será retirado junto a la escalera y la famosa “piel naranja”, se reubicarán dos de las plantas inferiores en la zona superior y se dotará a las torres, en definitiva, de una nueva piel.
En cuanto a las plantas, se sacarán los ascensores de los núcleos, ubicándolos en el exterior, se colocarán las escaleras dentro de los núcleos y se dotará de esta manera a las torres de mejor y mayor interconexión. ¿El resultado? Un edificio con nuevas y reforzadas características, conectado e integrado en la ciudad, y que dará ejemplo del Madrid del siglo XXI: innovador, técnico, icónico, sostenible, eficiente y duradero.
Desde De Salas, brindamos por esos 50 años de las Torres Colón, y le deseamos que perdure y siga formando parte del skyline de la ciudad, otros 50 años más, al menos.
Gala Mora
DESALAS Lifestyle