Queridos amigos,
En medio de esta etapa de confinamiento forzoso, todos los que formamos el equipo de DE SALAS queremos enviaros, ese abrazo anticipado, que todavía no podemos darnos.
Sirva también esta carta para compartir algunos de los cambios que, en opinión de los expertos, probablemente nos va a deparar el futuro inmediato y que por su interesante contenido os adjuntamos más abajo. (Previsiones de futuro de Roberto Sholtes, de UBS).
Queremos daros también las gracias por la confianza que nos habéis dado para gestionar vuestras operaciones inmobiliarias. Desde nuestras casas seguimos activamente el mercado y atendemos diligentemente todas las consultas telefónicas y por email.
Estamos a vuestra disposición, como siempre, aunque ahora sea en un modo remoto, pero que la tecnología nos permite que sea muy cercano.
También queremos agradecer las llamadas y testimonios de afecto recibidos de tantas personas que, ante esta nueva situación, nos han manifestado su agradecimiento por nuestro trabajo de todos estos años, por haberles facilitado la compra de sus maravillosas casas, donde pasar el confinamiento está siendo casi un privilegio.
Esta prueba pasará y volveremos a la actividad diaria con más ilusión y ganas.
Hasta entonces, un gran abrazo,
TODO EL EQUIPO DE SALAS
LAS PREVISIONES DE FUTURO de ROBERTO SHOLTES DE UBS
- Aumentará la tasa de ahorro
- Se ralentizará la recuperación del consumo y de la inversión.
- Las políticas fiscales serán más expansivas.
- Aumentará el gasto en sanidad y protección social.
- La Renta Básica Universal se aplicará en algunos países.
- La presión tributaria aumentará y será aún más progresiva y redistributiva.
Si todo sale como esperan los expertos, esta primavera se habrá contenido la epidemia del COVID-19 y arrancará un nuevo ciclo económico y financiero.
En muchos sentidos habrá un antes y un después. Pero tras la no tan lejana experiencia de la Gran Crisis Financiera, conviene ser muy escéptico respecto a que vayan a modificarse las prioridades de los políticos o haya grandes avances en la gobernanza global.
Lo que sí parece evidente es que habrá muchos otros cambios persistentes en la economía mundial, en las políticas fiscal y monetaria, en hábitos de vida, trabajo y consumo y en el uso de los avances tecnológicos. Este es un compendio preliminar de ese nuevo mundo.
En el orden económico, la paralización de fábricas para contener la epidemia o por la falta de suministros, justo después de la disputa comercial entre Estados Unidos y China, acelerará la desglobalización industrial. Muchas compañías han visto que son vulnerables con cadenas manufactureras y logísticas tan extendidas y relocalizarán partes de su producción. Y aprovecharán para automatizarlas y robotizarlas, para también reducir la dependencia de una mano de obra que puede ser confinada en sus viviendas.
Las empresas -y sus empleados- han adoptado a la fuerza el tele-trabajo. La experiencia hará que muchas se replanteen si el tamaño, habilidades y localización de sus plantillas son las adecuadas, lo que también tendrá consecuencias para el mercado inmobiliario.
Otra dura lección para muchos hogares y pequeños negocios es la necesidad de contar con mayores reservas para afrontar parones en los ingresos. Aumentará la tasa de ahorro, lo que ralentizará la recuperación del consumo y de la inversión.
Las políticas fiscales serán más expansivas. Aumentará el gasto en sanidad y protección social. La Renta Básica Universal se aplicará en algunos países. La presión tributaria aumentará y será aún más progresiva y redistributiva. La banca y avales públicos a las personas y empresas más vulnerables ganarán protagonismo.
La política monetaria rescatará al Estado de Bienestar. Los tipos perpetuamente cerca del 0% y la Expansión Cuantitativa sine die financiarán en la práctica los déficits presupuestarios y acabarán haciendo que la deuda pública en el mundo desarrollado, aunque inmensa y permanente, sea cada vez más barata.
El confinamiento ha sido la mejor publicidad concebible para el comercio electrónico y la banca digital, las redes sociales, las plataformas de contenidos y entretenimiento, la educación telemática y hasta la tele-medicina. Por si había alguna duda, las redes de fibra y de 4G-5G y el almacenamiento en la nube se han demostrado infraestructuras críticas y grandes ventajas competitivas. El Internet de las Cosas es la gran revolución inminente. La gran duda, con enormes implicaciones para la economía y el mercado inmobiliario, es si cambiarán irreversiblemente los hábitos de consumo, ocio y entretenimiento. ¿Están en riesgo muchos comercios, bares, restaurantes, teatros y salas de conciertos?
Es en la crisis cuando se aceleran los cambios y los negocios son más capaces de diferenciarse. Habrá grandes ganadores y grandes perdedores. La recuperación de los bonos, acciones e inmuebles será muy desigual. La ventaja de los inversores es que, a través de los fondos temáticos, podemos ver cómo cambia el mundo sentados sobre una exposición diversificada a esas tendencias que ahora cotizan a precios tan atractivos.
Weekly – Regional View Spain Este informe ha sido elaborado por UBS Europe SE.