Mientras el mundo se va desescalando, el verde se ha convertido en el color del verano. Y no porque sea tendencia, que según Pantone es el classic blue, sino porque la ausencia de tráfico y actividad industrial ha mejorado de manera considerable la delicada salud del medio ambiente, y porque si algo ha dejado claro esta pandemia, es que los espacios verdes, tanto en exterior como en casa, se han convertido en una fuente de salud física y mental, para toda la población.
Algunos mercados se han hecho eco de esta tendencia verde a su manera, y así, por ejemplo, la firma de ropa de cama dE.Lenzo, comenzó fabricando sábanas de lino lavado ecológico y, en las últimas semanas, su producto estrella son las mascarillas higiénicas de este mismo material, que además de estéticas y bonitas, cumplen con el test de respirabilidad y ensayo de eficiencia BFE de filtración bacteriana.
También los arquitectos, diseñadores e interioristas del mundo entero, están teniendo que replantear sus proyectos en esta nueva realidad verde que se nos presenta y que no parece que vaya a cambiar en un tiempo. Palabras como reutilizar, reciclar y reducir van a formar parte del vocabulario de, por ejemplo, las sillas, algunas ingeniosas provenientes de desechos plásticos como botellas de agua, o elegantes butacas diseñadas a partir de plumas de faisán descartadas.
En otros casos, plantas como la posidonia, alga que habita en nuestros archipiélagos, ha sido utilizada en la arquitectura vernacular isleña tanto balear como canaria, como aislante térmico. Hoy, “proyectos como Life Reusing Posidonia o The suites residences, muestran cómo se vuelven a emplear, pues además de sostenible, su empleo garantiza un ahorro energético de casi el 70%”.
Así que parece razonable pensar que el verde, como concepto y no como color, va a formar parte indispensable también de nuestras casas, esas que con tanto cariño y profesionalidad ayudamos a encontrar desde De Salas a nuestros clientes y amigos. Tanto en el exterior como en el interior.
Los expertos por ejemplo aseguran que las tres palabras clave asociadas a las piscinas, deben ser agua, plantas y piedra. “Para hacer las piscinas más naturales, sostenibles y contemporáneas, Peter Berg, diseñador de jardines, aconseja planearlo como parte de un concepto general del jardín, bien inspirado en la naturaleza, en los maestros japoneses de jardines o en los clásicos parques ingleses”, cuenta en la revista AD. Pero sin duda, ha dejado atrás el concepto de “para tomar el sol”, sino más bien, para encontrar un rincón verde donde desconectar.
Y ya dentro de casa, podemos apostar por crear nuestros propios rincones en verde, haciendo por ejemplo nuestro propio terrario de la mano del paisajista Jose M. Blas, quien asegura que solo necesitamos plantas, nuestras manos y un cristal, para diseñar y conseguir una dosis extra de naturaleza interior.
Sea como fuere, el estilo de vida que conocíamos va a cambiar, de hecho ya está cambiando, y en De Salas creemos que los cambios son buenos, si sabemos sacar provecho de ellos. Y sin duda, convertir el futuro en verde, nos parece una de las mejores cosas que podemos hacer por cuidar del planeta y de los que lo habitamos.
Gala Mora
DESALAS Lifestyle