Italia es mucho más que un destino turístico: es la cuna del refinamiento, del arte y del esplendor arquitectónico. Sus palacios históricos son auténticos escenarios de lujo y poder, que nos transportan a épocas doradas de mecenazgo, nobleza y creatividad. En este nuevo episodio de De Salas LifeStyle, te invitamos a recorrer cuatro palacios icónicos que combinan arte, paisaje e historia.
Pabellón de caza de Stupinigi (Turín)
Obra maestra de Filippo Juvarra, fue construido en 1729 como refugio de caza para la Casa de Saboya. Declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, este pabellón desborda elegancia con sus frescos originales, espejos dorados, lámparas de Murano y su simbólica escultura de ciervo coronando la cúpula. Hoy es un museo vivo donde también se celebran conciertos privados y eventos de gala que reviven la vida cortesana del siglo XVIII.
Palacio Real de Venaria Reale (Turín)
Apodado la “Versalles italiana”, esta residencia de recreo de los duques de Saboya deslumbra por su Galería Grande, con mármoles blancos y juego de luces que dejan sin aliento. Sus 60 hectáreas de jardines de estilo francés son perfectos para recorrer en carruaje, con fuentes, laberintos y vistas geométricas de otro tiempo. Una visita obligada para quienes buscan el esplendor barroco en estado puro.
Palacio Borromeo, Isola Bella (Lago Maggiore)
Un palacio flotante en mitad del lago. Desde 1632, la familia Borromeo transformó esta isla en un jardín palaciego en forma piramidal, lleno de terrazas, estatuas mitológicas y fuentes. En el interior, tapices flamencos, mobiliario del siglo XVII y grutas decoradas con conchas y piedras en la planta baja. El Teatro Massimo al aire libre es el broche final: un rincón perfecto para una recepción de lujo.
Palacio Doria d’Angri (Nápoles)
Residencia de la familia Doria d’Angri, este palacio neoclásico fue testigo directo de la historia de Italia: aquí Giuseppe Garibaldi proclamó la anexión del Reino de las Dos Sicilias en 1860. Sus interiores conservan frescos, mobiliario de época y han acogido exposiciones culturales contemporáneas que fusionan arte clásico y modernidad. Es una joya oculta de Nápoles, ideal para eventos exclusivos y privados.
Cada uno de estos palacios italianos es un testimonio vivo de una época donde el arte, la arquitectura y el lujo formaban parte de la vida diaria de la nobleza. Hoy, visitar estos lugares es revivir esa esencia, pero también una invitación a soñar con experiencias únicas: cenas privadas, conciertos íntimos, paseos en carruaje o eventos rodeados de historia.
¿Cuál de estos palacios te gustaría visitar primero? ¿Te imaginas un banquete barroco en Isola Bella o un concierto de cámara en Stupinigi?
En De Salas sabemos que el lujo también está en la experiencia. Y por eso, regresamos la próxima semana con más lugares, más cultura y más estilo de vida De Salas LifeStyle.




