Asistimos a la subasta de joyas más cara de la historia que se celebró el pasado mes de mayo en Suiza con motivo de la celebración de la Semana de Lujo y que superó el récord que alcanzó en 2011 la subasta de joyas de la oscarizada actriz Elizabeth Taylor. Todos los detalles de las más de 700 joyas que se subastaron, precios y la polémica en torno a esta mediática subasta en el vídeo de hoy.
¡Hagan sus apuestas!
El pasado 10 mayo se dieron cita en la casa Christie’s de Ginebra los interesados en las más de 700 piezas de joyería procedentes de la herencia de la mujer más rica de Austria, Heidi Horten, fallecida el pasado año.
La colección cuenta con piezas únicas de diseñadores del siglo XX tales como Boivin, Cartier, Harry Winston y Van Cleff & Arpels. Destacan también creaciones vintage y modernas, así como una importante selección de perlas, piezas de jade y piezas de la firma de lujo Bvlgari de las décadas de 1970, 1980 y 1990.
Una subasta que ha estado envuelta en mucha polémica, debido a los orígenes que se le atribuyen a esta multimillonaria herencia, proveniente de la época más oscura de Alemania y que ha estado a punto de no ser celebrada.
La casa de subastas, Christie’s, responsable de la subasta, aseguró que todos los objetos expuestos en subasta corresponden a adquisiciones que se realizaron en años posteriores a la década de 1970 y que «todas las ganancias del patrimonio por la venta de esta colección de joyas se donarán a una fundación que apoya causas filantrópicas, incluida la investigación médica, el bienestar de los niños y el acceso a las artes”.
La esperada cita se tuvo que distribuir en 3 jornadas debido al elevado número de piezas de joyería que se subastaron. Dos de estas citas fueron en vivo, los pasados días 10 y 12 de mayo y una tercera sesión de venta on line, que secelebró el 15 de mayo.
Este completísimo tesoro oculto compuesto por numerosas pulseras, collares, pendientes y tiaras alcanzó una estimación general de preventa de 163 millones de dólares. Pero ya solo en la primera subasta se alcanzaron los 156 millones de dólares, lo que ya estableció un récord mundial para la venta de joyas de un solo propietario. La segunda subasta, que contenía lotes de menor importe, pero igualmente espectaculares, superó los 42 millones de dólares, mientras que la venta online sumó por su parte 4 millones de dólares más.
Gran parte de las piezas de joyería que se subastaron incluían zafiros, esmeraldas, perlas y diamantes. Aproximadamente la mitad de los lotes subastados el primer día se vendieron por más de 1 millón de dólares cada uno.
De entre las piezas que os queremos mostrar destacamos un anillo con una esmeralda de 17,43 quilates de Harry Winston, que tuvo una estimación alta de 723000 dólares y se vendió por poco menos de 2 millones de dólares, así como un anillo de Bulgari con un elegante diamante rosa intenso de talla esmeralda de 6,99 quilates, que se vendió por más de 10 millones de dólares, el doble de lo que se había estimado.
La segunda subasta en vivo incluyó otro llamativo anillo Bulgari con un zafiro de 35,72 quilates, que se vendió muy por encima de su estimación alcanzando los casi 450.000 dólares.
Otra de las piezas subastadas corresponde a un collar de rubíes y diamantes de Cartier de la década de 1970 y rediseñados por Bulgari en el 2000, que se vendió muy por encima de su estimación inicial de 70.000 dólares llegando a venderse finalmente por 308.000 dólares.
La siguiente joya que se subastó fue un colosal collar de diamantes de Harry Winston con el diamante «Briolette de India» de más de 90 quilates. El Briolette de India es uno de los diamantes más antiguos y famosos del mundo y fue traída por primera vez a Inglaterra por Leonor de Aquitania.
En el caso del collar subastado fue adquirido originalmente por Cartier en 1909 y se vendió por más de 7 millones de dólares.
La siguiente pieza de joyería es el “Rubí Sunrise”, un anillo de casi 26 quilates de Cartier que se vendió por 14 millones y medio de dólares.
Tres días para subastar la colección que se vendió prácticamente al completo. Aunque no se conoce la identidad de las personas que adquirieron estas exclusivas piezas de joyería lo que si se sabe es su procedencia. Principalmente compradores de Europa y Medio Oriente, aunque algunos de los compradores provenían de América y Asia.
Y hasta aquí nuestro vídeo de hoy. Esperamos que estéis disfrutando ya de las merecidas vacaciones y os esperamos el próximo viernes con más contenido de estilo de vida De Salas.
¡Feliz verano!
