Si estás planeando tus próximas vacaciones de invierno, es posible que te preguntes ¿dónde es preferible esquiar en Europa o en Estados Unidos? Aunque ambos destinos tienen mucho que ofrecer, las diferencias entre ellos pueden ayudarte a decidir cuál se ajusta más a tus expectativas y presupuesto. Y como sabemos que nuestros amigos y clientes de De Salas son amantes de los deportes de invierno hemos preparado el vídeo de hoy.
¡Prepara tus esquíes porque nos vamos!
A la hora de viajar lo primero que miramos es el precio y en los viajes de nieve resulta ser un factor clave. Esquiar en Estados Unidos puede ser una experiencia de auténtico lujo… ¡pero también para tu bolsillo! En estaciones icónicas como Vail o Aspen, el precio de un forfait diario puede superar los 300 dólares, mientras que, en Europa, incluso en destinos de renombre como Chamonix o Zermatt, los pases diarios rondan los 80 euros.
Pero y ¿por qué esta diferencia? En Estados Unidos, los máximos responsables de esa diferencia de precios se deben a los altos costos de los seguros, una menor competencia y la concentración del mercado en grandes corporaciones que hacen que los precios se disparen. Mientras tanto, en Europa, la intensa competencia entre estaciones y la mayor accesibilidad del seguro para los esquiadores mantienen los costos bajo control. Por lo que parecería que esquiar en Europa sería la mejor opción.
Si buscas nieve en polvo ligera y perfecta para aventuras fuera de pista, las estaciones de Estados Unidos y Canadá tienen una gran ventaja, especialmente en la Costa Oeste. Por su parte, los Alpes europeos no solo ofrecen nieve confiable, sino que algunas zonas cuentan con temporadas que se extienden hasta mayo, comenzando en noviembre. Lo que las hace muy atractivas para los esquiadores.
Podemos decir, además, que Europa es la reina de la funcionalidad. Muchas estaciones ofrecen servicios de «ski-in/ski-out», donde puedes salir del hotel con tus esquís directamente a la pista, sin complicaciones. En cambio, en Estados Unidos, aunque las pistas suelen ser más amplias y menos concurridas, las estaciones están más alejadas de los centros urbanos, lo que puede requerir de una mayor planificación.
Y después de esquiar ¿qué hacemos? Lo que se conoce como Après-ski marca la diferencia y aquí, Europa gana con creces. La cultura del après-ski es famosa por fusionar deporte, diversión y gastronomía. Y esto hace que hasta quienes no saben esquiar también puedan disfrutar de un viaje a la nieve.
Centros como Val d’Isère en Francia o St. Anton en Austria combinan días en la nieve con fiestas, discotecas al aire libre y cenas en restaurantes con estrellas Michelin. Bailar al ritmo del mejor DJ en vivo en plena pista en Europa es posible.
Mientras que, en Estados Unidos, la cultura del après-ski es más familiar y discreta y se centra en actividades de relax en cabañas acogedoras o spas o cenando al calor de una chimenea.
¿Entonces, cuál elegir? Pues eso dependerá de tus gustos. Si lo que buscas es lujo y nieve en polvo perfecta, Estados Unidos es tu lugar. Pero si lo que buscas es una experiencia más variada y accesible, con un toque cultural único, las pistas de Europa te esperan.
Nosotros nos despedimos por hoy aprovechando para desearte de parte de todo el equipo de De Salas, que pases unas felices fiestas y volvemos muy pronto, con mucho más contenido de estilo de vida De Salas.