Con 246 años de historia a sus espaldas, la Puerta de Alcalá puede presumir de ser el primer arco del triunfo construido en Europa desde la caída del Imperio Romano y otro de esos grandes tesoros para seguir redescubriendo Madrid.
Quienes viven en la capital llevan viéndola desde que tienen memoria, porque es uno de los elementos más emblemáticos y representativos de nuestra ciudad. Y como lo que queremos es que conozcas su historia y todas las curiosidades que rodean a esta construcción, hemos preparado, para nuestros amigos y clientes de De Salas, un vídeo para que conozcas la Puerta de Alcalá, a fondo.
Para quienes no lo sepan podría decirse que la Puerta de Alcalá es la cuarta versión y definitiva, de lo que fueron otras tres puertas anteriores, que por motivos urbanísticos fueron derruyéndose. Así que, en ese sentido, es una superviviente de la construcción, que podría haber corrido la misma suerte que sus antecesoras, pero que terminó convirtiéndose en una de las cinco antiguas puertas reales, que daban acceso a los viajeros que entraban desde Francia a la ciudad de Madrid.
Para ponernos un poco en contexto Madrid llegó a tener hasta cinco puertas reales que llevaban por nombre el de la principal localidad con la que conectaban. De las cinco que había actualmente se conservan dos: la Puerta de Alcalá, que se llama así porque conecta directamente con la ciudad de Alcalá de Henares y la Puerta de Toledo, porque conecta con esa ciudad.
La creación de la Puerta de Alcalá surge de la necesidad de ensanchar una calle, en 1764, por orden de Carlos III, quien mandó derribar la única puerta que se encontraba en pie en ese momento y paralelamente convocó un concurso para la construcción de la puerta que conmemorara su entrada a Madrid como Rey de España.
Está situada junto al parque del Retiro, en la Plaza de la Independencia número 1 y a pocos pasos de la Plaza Cibeles. De sus dos fachadas podemos destacar que cada una tiene una decoración distinta, con objetivos muy distintos. El primero de ellos, era no llevar la contraria a Carlos III, quien había aprobado dos de los proyectos presentados por Fernando Sabatini, así que quiso incluir los dos estilos en un único proyecto. Por un lado, maravillar a quienes accedieran a ella desde fuera, para lo que se colocó un escudo real con mucha riqueza ornamental. Y, por otro lado, para los que estaban dentro de la ciudad se empleó una decoración mucho más modesta y discreta.
Es la cara este la que muestra una mayor riqueza de adornos y cuatro niños, y la cara oeste en vez de niños, muestra trofeos militares al estilo romano, mientras que en la parte central de ambas caras se eleva un cuerpo de ático y las inscripciones que hacen referencia al Rey Carlos III.
La presencia de estos cuatro niños sería una de las curiosidades a destacar de la Puerta de Alcalá. Un niño con un casco como símbolo de fortaleza, un niño con un freno de caballo que representa la templanza, un niño con un espejo que simboliza la prudencia y, por último, un niño con el brazo izquierdo levantado como en gesto de justicia.
Desde que finalizara su construcción en 1778, apenas ha sufrido modificaciones. No fue hasta 1869 que se decidió crear una plaza alrededor de la Puerta de Alcalá para darle mayor presencia, momento en el que empezó a conocerse como la Plaza de la Independencia y adicionalmente para 1976 se convirtió oficialmente en un monumento nacional.
Así que Si estás en Madrid o tienes idea de visitar la ciudad te insistimos en que te acerques a conocer la Puerta de Alcalá, no solo para disfrutar de la grandeza de este monumento histórico. Nosotros nos despedimos por hoy y te recordamos que volvemos muy pronto con mucho más estilo de vida De Salas.