Con la llegada del verano a la vuelta de la esquina son muchos los que planean disfrutar de sus vacaciones en el mar, y ahí es donde se plantea la gran pregunta del verano: compramos un yate o lo alquilamos.
Como sabemos que nuestros amigos y clientes de De Salas son amantes del lujo y de la buena vida, en el vídeo de hoy hemos querido plantear los pros y contras que pueden surgir a la hora de tomar esta decisión y que así podáis elegir la opción que más os interese según vuestras necesidades.
Tener un yate es sin duda el sueño de muchas personas y un símbolo de estatus y de lujo que no está al alcance de todos los bolsillos, pero a la vez supone adquirir una serie de responsabilidades y compromisos que no todo el mundo está dispuesto a asumir, y por eso la opción de alquilar uno se plantea como muy atractiva para quedarse solo con lo bueno de disfrutar de unos días en un mar paradisiaco.
Si arrancamos por el compromiso financiero a la hora de comprar, este es sin duda alguna un compromiso mayor si lo comparamos con un alquiler, aunque evidentemente también va a depender del tipo de yate en el que estés pensando.
Pero poniéndonos en el lugar de pensar en un yate de lujo el desembolso de dinero está más que claro. Y solo aquellas personas que ya disponen de un barco o embarcación propia saben todos los costes extras que supone ser dueño de un yate: amarre, mantenimiento y reparaciones, combustible, y personal por destacar algunos.
Además, siempre existe la opción de alquilarlo cuando uno no lo está usando e incluso la opción de comprarlo con amigos de confianza de tu mismo nivel económico que no quieran asumir los gastos solos.
Algunas de las ventajas de ser el propietario de un yate es que lo puedes diseñar y decorar a tu gusto, e incluir en él todos los caprichos que consideres.
lo primero que habría que tener claro sería el presupuesto que vamos a destinar para el disfrute de unas vacaciones en yate. Esto automáticamente hace que nos despreocupemos de todos los gastos que un propietario tendría que asumir como el personal del barco, el mantenimiento, el alquiler de los puntos de amarre y demás.
Si estás pensando en una opción que solo sea embarcar y disfrutar es porque tu idea de vacaciones en un yate incluye todos los extras posibles en los que tú ni siquiera vas a tener que cocinar y donde además vas a disponer de todos los extras de ocio posibles como lanchas, motos de agua, o incluso helicóptero privado para poder ir a tierra firme cuando te apetezca y por supuesto con un piloto y capitán a tu entera disposición. Suena bien ¿verdad?
Si pensamos en comprar un yate con la idea de usarlo solo durante el verano que es cuando dispones de más tiempo, quizás no sea lo más apropiado, salvo que tu idea sea alquilarlo cuando no lo estás usando tú, pero sabemos que esto también genera gastos extras de mantenimiento inesperados como ocurre con los alquileres de las casas, ya que cuando se usan las cosas o no se cuidan lo suficiente se desgastan y deterioran.
Con los yates sucede como con los coches y es que sufren una depreciación con el tiempo y los materiales y sistemas de propulsión más modernos proporcionan oportunidades de navegación más eficientes que pueden hacer que el yate que compramos hace un par de años ya no se vea tan actual. Los datos consultados arrojan que por lo general un barco se depreciará un 20% el primer año, y los años posteriores entre un 5 y un 10%.
Por todos estos aspectos alquilar suena como una opción altamente apetecible. Pero qué sucede en verano, pues que es cuando todos pensamos en alquilar un yate, por lo que la escasa oferta y la alta demanda hacen que suban los precios y que a lo mejor no podamos encontrar una opción que se ajuste a nuestras necesidades si disponemos de unas fechas de vacaciones en particular.
Desde la perspectiva de la ubicación hay otros detalles a tener en cuenta si compramos. Cuando posees un barco, tienes un punto de amarre, que vendría a ser como tu plaza de parking habitual, pero usar una embarcación supone moverla de un lugar a otro, así que o tu idea es siempre mover el yate sabiendo que tendrás que regresar a su punto de amarre original o planear con anticipación, los itinerarios y lugares donde poder fondear.
Alquilar un barco te proporciona en este sentido ubicaciones ilimitadas que solo requieren un automóvil, un tren o un vuelo y la logística o depende de ti sino de la compañía contratada y la tripulación.
Así que si estás pensando en disfrutar de unos días de vacaciones a bordo de un lujoso yate no seremos nosotros quienes te digamos si comprar o alquilar, sino que esperamos con el vídeo de hoy haberte ayudado a tomar la decisión por ti mismo.
Tanto si ya eres propietario de una embarcación como si has disfrutado de unos días alquilando uno nos encantará conocer tu experiencia al respecto.
Nosotros nos despedimos aquí y os esperamos muy pronto con mucho mas estilo de vida De Salas.
